Plan de saneamiento de la deuda autonómica
La deuda autonómica con relación al PIB fue prácticamente constante, alrededor del 6%, entre 1955 y 2007. A partir de 2007 y empujada por la Gran Recesión inicia una fuerte escalada que la lleva a un máximo de casi el 25% en 2016, para estabilizarse de forma muy gradual en los años siguientes. En 2019 representaba el 23,7 % del PIB. El sistema de financiación no está pensado para soportar volúmenes de deuda tan elevados, y prueba de ello es que a partir de 2012 las comunidades hubieran incumplido sus obligaciones financieras, a no ser por la asistencia prestada por el gobierno central. Nada de esto es una sorpresa. Si las comunidades proveen a la ciudadanía servicios esenciales como la sanidad y la educación de los que la sociedad no puede prescindir, y si sus ingresos, por causa del actual mecanismo de actualización de la financiación autonómica, dependen de la evolución de los grandes tributos nacionales y, por tanto, del ciclo económico, tarde o temprano las comunidades tendrán que endeudarse de forma sustancial para poder cumplir sus obligaciones competenciales. En este artículo se argumenta: i) que la desconexión hoy existente entre las necesidades de gasto y los recursos que el sistema pone a disposición de las comunidades debe resolverse de raíz reformando el mecanismo de actualización del sistema; y ii) que el lastre que supone la voluminosa deuda acumulada durante la pasada crisis debe ser eliminado con un plan concreto de saneamiento financiero.
Consulta más artículos de la revista Número 50 – Verano 2021 o del resto de revistas.